Hay una bebida tan relacionada con la Navidad que a nadie se le ocurriría tomarla en otra época del año y es glögg. Es la típica bebida que se toma mientras se hace la compra de Navidad y siempre hay puestos de glögg en los mercados navideños.
El origen de esta bebida es muy antiguo, porque ya los romanos mezclaban vino con condimentos para darle mejor sabor. Es una buena manera para recuperar un vino de baja calidad.
La costumbre del vino caliente existe en varios países europeos. En Francia se bebe ”vin chaud”, en Alemania “Glühwein” y en Gran Bretaña “mulled wine”.
Se sabe que la expresión «glödgat vin» aparece por primera vez en 1609. El verbo “att glödga” significa “calentar” (pero es antiguo, ¡no lo vayas a usar ahora!).
Diferentes tipos de “glögg”
Spritglögg: Se mezcla brandy o aguardiente y se prende fuego, luego se agrega azúcar, clavo de olor, cardamomo, canela, naranja amarga y pimienta.
Vinglögg: Se calienta a fuego suave el vino y se mezcla con azúcar, clavo de olor, cardamomo, canela y naranja amarga. Normalmente se hace con vino tinto de bric, aunque también se puede hacer con vino blanco. Mucha gente añade un chorrito de aguardiente o vodka, para subir un poco el grado de alcohol.
Glögg sin alcohol: Se hace con mosto y una vez calentado se mezcla con los condimentos.
¿Quieres hacer tu propio glögg?
En este vídeo se puede ver cómo se hace glögg. Es realmente muy fácil y el olor que se desprende cuando se calienta el vino, eso es ¡Navidad!
¿Cómo se sirve?
Glögg se suele servir en tazas pequeñas, junto con almendras o avellanas y uvas pasas. Se come galletas de jengibre para acompañar, menos el día de Lucia porque entonces se toma con “Lussebulle”.
Glögg se está poniendo de moda también fuera de Suecia – prueba la versión española >>.
Si no lo has probado aún te recomiendo que lo pruebes. Está delicioso y además quita el frío.
