Hace muchos años trabajé de intérprete en Estocolmo. Un 13 de diciembre me llamaron para hacer una interpretación en un hospital. Mi clienta era una señora mayor, de unos 80 años, que llevaba sólo unos pocos días en Suecia y no hablaba ni una sola palabra de sueco. Resulta que la señora, el día anterior, había tenido un infarto y fue llevada al hospital de emergencia.
Cuando despertó, estaba en una cama. Era de noche, estaba todo oscuro. De repente escuchó un coro angelical cantar en un idioma desconocido. Aparecieron unos ángeles, chicas rubias, hermosas, vestidas de blanco, todas portaban velas. La mujer creyó que había fallecido y que estaba en el cielo. Se desmayó.
Lo que vio la señora obviamente no era un coro de ángeles. Era la representación de Lucía y su sequito. Es una tradición hermosa – si la conoces. Si acabas de llegar a Suecia y te encuentras en un hospital, seguramente no es una experiencia tan agradable. Imagínate, despertarte desorientado y ver esto:
Impresionante, ¿verdad?
La magia del 13 de diciembre
Antiguamente se consideraba que la noche del 13 de diciembre era la más larga y la más oscura del año. Además, se creía que los seres fantásticos podían venir a hacernos daño, así que había que tener mucho cuidado. También se creía que los animales tenían el don de hablar este día.
¿Cómo se asusta a los seres mágicos? Es de cajón, se organiza una fiesta. Este día ¡se desayunaba tres veces! El primer desayuno era a base de aguardiente, los otros dos ya con comida. Y así transcurría el día, bebiendo y comiendo.
¿Y qué pinta la santa Lucía en todo esto?
Lucía era una chica de la ciudad italiana de Siracusa en la isla de Sicilia que vivió en el siglo III d.C. Fue víctima de la última gran persecución de los romanos a los cristianos y posteriormente canonizada como la Patrona de la Luz, de los ojos (los romanos le arrancaron los ojos) y de los ciegos.
La figura de la Lucía existe en Suecia desde la Edad Media. La Reforma protestante prohibió la creencia en los santos, pero el culto a la Santa Lucía se conservó durante varios siglos.
Curiosamente, en Italia apenas se conmemora esta santa mientras que en Suecia se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de la Navidad.
La fiesta de Lucía hoy en día
La fiesta actual no tienen nada que ver con la santa italiana. Es una celebración a la luz en medio de la oscuridad, un símbolo de esperanza. Es una de las tradiciones suecas más conocidas fuera del país.
Se celebra a nivel nacional con un programa en la tele, la retransmisión de alguna iglesia (por el tamaño de aforo y la acústica, no por un tema religioso). En las guarderías y escuelas se suele hacer una pequeña fiesta por la mañana para que los padres puedan desayunar con sus hijos. También hay muchas empresas que organizan una fiesta de Lucía antes de iniciar la jornada laboral. También en los hogares se suele cantar la canción de Lucía y comer lussebullar >>.
¿Conocías esta fiesta sueca? ¿Qué te parece? ¡Te leo en los comentarios!