Suecia es uno de los países más tolerantes de Europa cuando se trata de la comunidad LGBTI. Las leyes suecas prohíben desde el año 2009 cualquier tipo de discriminación por razones de género u orientación sexual. Incluso, en el idioma sueco se ha creado un tercer género como pronombre personal – «han» (él), «hon» (ella) y «hen» (unisex).
«Salir del armario» no es algo tan dramático en Suecia, porque la sociedad está muy concienciada y no lo toma como algo «raro». Hay muchas personas LGBTI famosas que sirven como modelos a seguir, como por ejemplo el escritor y cómico Jonas Gardell y su marido Mark Levengood (periodista, escritor y presentador de la tele), el cantante Peter Jöback, el diseñador de moda y drag queen Babsan y el futbolista Anton Hysén.
El camino hacía la aceptación de la comunidad LGBTI
Hasta el año 1944 era un delito ser homosexual en Suecia (en España hasta 1988). Ese mismo año se cambió la ley y se puso 18 años como edad de consentimiento para relaciones sexuales, tanto heterosexuales como homosexuales. Aún así, ser homosexual se clasificaba como una enfermedad curable hasta el año 1979.
Pero ser travesti se consideraba una enfermedad mental hasta el año 2009.
Suecia fue el primer país del mundo en permitir la cirugía correctiva para las personas trans y ofrecer el tratamiento hormonal de manera gratuita, y como consecuencia, el cambio legal de género. Ocurrió en el año 1972. En España no fue posible hasta el año 2007. Pero desgraciadamente hubo una pega – para que una persona con disforia de género pudiera cambiar legalmente de género en Suecia tenía que esterilizarse. Hoy en día suena como una aberración, ¿verdad? Pero así fue hasta el año 2013.
El matrimonio entre personas del mismo sexo
El primer paso para reconocer las parejas homosexuales fue la creación de «parejas de hecho del mismo genero» o «de Unión Civil» («registrerat partnerskap»), vigente entre 1995 – 2009. Básicamente era igual que un matrimonio, pero los dos tenían que tener la nacionalidad sueca y sólo se podría celebrar de manera civil.
En el año 2008 se cambió el Código Matrimonial y se hizo unisex, de modo que el matrimonio entre personas del mismo genero ya era posible. También se quitó el requisito de la nacionalidad sueca. Desde el 1º de mayo 2009 ya es una realidad. Suecia fue el 7º país del mundo en reconocer legalmente el matrimonio gay.
La Iglesia Sueca acepta y reconoce el matrimonio homosexual, así que la pareja que quiere también se puede casar en la iglesia.
El derecho a ser padres
En el año 2003 se aprobó una ley que da a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las parejas heterosexuales en temas de adopción de niños. Es decir, para adopciones nacionales no hay ninguna diferencia. Pero si hablamos de adopciones internacionales cambia la cosa, porque muchos países no aceptan la adopción por parte de padres homosexuales.
Las parejas lesbianas tienen derecho a la Inseminación artificial y la Fecundación In Vitro en un hospital público.
El servicio militar y el ejército
Suecia es uno de los pocos países del mundo que no solo acepta a las personas homosexuales dentro del ejército sino que además trabaja activamente para atraer a más personas LGBTI.
Ser LGBTI en Suecia
Según la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas >> Suecia es el país más «gay friendly» de Europa. Pero obviamente no todo es un jardín de rosas y la vida no es perfecta tampoco en Suecia, pero objetivamente es mucho más fácil ser LGBTI en Suecia que en la gran mayoría de países.
Los niños no nacen con ideas discriminatorias, es algo que aprenden de los padres y de su entorno. En Suecia se trabaja de manera activa con los niños, para que no desarrollen esa clase de ideas. Todos los juguetes y todas las actividades son para todos los niños, sin importar su genero designado. Crecen sin aprender los roles típicos de lo que corresponde a «un hombre» o «una mujer», para formar una sociedad libre de discriminación y machismo. En Estocolmo hay una guardería que lleva esta idea un paso más, porque tiene una pedagogía «libre de géneros», para evitar que los niños se encasillen en un determinado genero de pequeños. También existen las llamadas «regnbågsdagis», («guardería arco iris») que son guarderías para los hijos de parejas LGBTI.
Si te interesa saber más sobre la sociedad sueca puedes leer este post: «¿Te imaginas no poder decidir sobre tu vida?» >>.